SEGUIR CALLANDO

Cómo contarte que cada suspiro que derramo es culpa tuya... las cosas que diría si no supiera que mi voz enmudeció escandalosamente, hace ya algunos gritos. Desde este vacio, tú eras la causa y eso sí que tendrías que saberlo. Porque todo se transforma y yo estoy a punto de mutar. Tendré superpoderes, perderé la fe y ganaré algunos kilos, nunca está de más. Pero esa sensación de saber que otra vez me vuelve a pasar, que no me conviene y, sin embargo, que me revolcaré en ello gustosamente, no cambiará. Te olvido, a ratos para siempre a ratos para nunca, porque me gusta y me gusta que tu seas la causa. Aunque no sepa cómo decírtelo o no quiera saberlo. Aunque puede que dentro de unos días ya lo haya superado. Aunque, quizá, algún día recupere mi voz y siga callando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS