SABER


Supimos y creimos que el saber lo era todo, que no ocupa lugar. Por entonces todavía existía el futuro con sus vetetúasaber y porsiacaso, el miedo a quedarse solo, la suerte de mañana y el amor a primera vista (en lo bueno y en lo malo). Ahora ya sabemos que existimos y que lo hacemos, simple y tristemente, porque lo sabemos. Es complicado no conocer lo que no decubrimos y, llegados a este punto, no somos más que unos productos que resignados se deslizan sobre la cinta esperando que suene el próximo "¡Siguienteeee!", ese que nos transporte a un mundo nuevo o hacía una vomitiva transformación, porque ahora resulta que nada desaparece. Si esto fuera lo más pésimo del cuento aún acabaría bien. Pero resulta que, conociendo este desastroso final, dentro de unos años nos atrveremos a creer que lo sabremos todo (todo y todo). Entonces sí, pasará lo único que faltaba, perderemos lo último que se pierde y viviremos... viviremos sin saber por qué.

2 comentarios:

  1. El saber no ocupa lugar pero sí pasa factura.

    Ya sabes mi debilidad por los skylines.

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  2. Este post me ha dejado una sonrisa al terminar de leerlo.Que bueno que existen estos momentitos para oscilar por ahí y por allá.

    Me gusta como escribes...

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