Alguien decidió que la vida no vale nada para los que realmente la valoran. Alguien deseó con todas sus fuerzas que solo vosotros crecierais. Alguien consiguió que oyerais sin escuchar y que vierais sin mirar. Alguien os hizo creer que el mundo es vuestro. Alguien os enseñó a odiar todo lo que no sabíais amar. Alguien dijo: “Ojo por ojo…” y vosotros respondisteis: “…diente por diente”. Pero un cobarde homosexual decidió que su vida sí vale la pena. Una embarazada drogodependiente deseó con todas sus fuerzas que su hijo creciera. Un ciego consiguió escuchar lo no oíble y un sordo mirar lo nunca visto. Un vagabundo sin familia creyó de verdad que el mundo es nuestro. Una mujer con cáncer terminal nos enseñó a amar todo lo que se puede odiar. Alguien dijo: “Ojo por ojo…” y nosotros respondimos: “…y el mundo se quedará ciego”. ¿Al pan, pan y al vino, vino? Vosotros quisisteis ser cuchillo, nosotros seguimos siendo pan. ¡Y aspiráis, además, a beberos el vino! Cuando volváis de vuestra borrachera el pan habrá desaparecido.
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Las letras de las canciones de Pablo Milanés tienen un fondo humano muy importante, unos valores que no deberíamos olvidar nunca si no queremos acabar con el entendimiento entre los seres humanos y esta buena onda que es lo único que nos puede unir, en lugar de aislarnos y hacernos unos infelices desgraciados.
ResponderEliminarDicho esto, tu reflexión en esta entrada la comparto totalmente. Unos dicen "ojo por ojo y diente por diente"... pero como bien dices , esa no es la la mejor manera de entender esta vida.
Saludos cariñosos y buen finde!!
"Pero si se sigue un daño, lo pagarás. vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe." (Éxodo 21)
ResponderEliminar"Estas leyes, imperfectas, serán superadas en la moral neotestamentaria; pero suponen, a su vez, un progreso respecto de la ley del más fuerte, imperante al principio de la humanidad. Cristo subrayará aún más el perdón." (Comentario al Éxodo 21).
"Sabéis que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente.' Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla, preséntale también la otra." (Mateo 5)
Esta es, al parecer, nuestra evolución, del Talión a la apología del tarado. Pero mientras se arrancaba un ojo por el otro, el mundo permanecía equilibrado y el pan, aunque duro, no escaseaba. Al poner la otra mejilla, el hombre perdió ojos, oídos, se volvió drogadicto y homosexual y la Tierra se inventó el cáncer para acabar con el cáncer que quiere acabar con ella. Porque el pan del que somos levadura fermenta y se expande invadiéndolo todo de perdón y axfisiándolo de compasión. Al final, la moral lo es todo, y la moral de todos acaba siendo inmoral para el propio Dios.